Publicado en la web de WWF:
«Todos estamos familiarizados con la descarnada variedad de gráficos (emisiones de carbono, deforestación, escasez de agua, sobrepesca) que detallan cómo estamos minando los recursos y la resiliencia de la Tierra. Esta edición 2012 del Informe Planeta Vivo nos dice cómo se acumulan todo estos factores: la presión acumulada a la que estamos sometiendo el planeta y la consecuente disminución de la salud de nuestros bosques, ríos y océanos que hacen posible nuestras vidas.
Estamos viviendo como si tuviéramos un planeta extra a nuestra disposición. Utilizamos un 50 por ciento más de recursos de los que la Tierra puede proveer y, a menos que cambiemos de rumbo, esa cifra crecerá muy rápido: en 2030, incluso dos planetas no serán suficientes.
Aún tenemos una opción. Podemos crear un futuro próspero que proporcione alimento, agua y energía para los 9 o quizás 10 mil millones de personas que estarán compartiendo el planeta en 2050.
Podemos producir el alimento que necesitamos sin aumentar la huella de la agricultura, sin destruir más bosques o utilizar más agua o sustancias químicas. Las soluciones deben partir de reducir los residuos, que ahora proceden en gran parte de los alimentos que cultivamos; utilizar mejores semillas y técnicas de cultivo; volver a hacer productivas las tierras degradadas; y cambiar las dietas, sobre todo disminuir el consumo de carne en los países de ingresos altos.
Podemos asegurar que haya suficiente agua para nuestras necesidades y también para conservar la salud de los ríos, lagos y humedales de donde procede. Unas técnicas de regadío más inteligentes y una mejor planificación de los recursos, por ejemplo, nos ayudarán a utilizar el agua de forma más eficiente. Más importante aún, necesitamos establecer regímenes de gestión hídrica que impliquen a una mayor variedad de actores y que manejen las cuencas fluviales como lo que son, sistemas vivos complejos y de gran diversidad.
Podemos satisfacer todas nuestras necesidades energéticas de fuentes como el viento y la luz del sol, que son limpias y abundantes. El primer imperativo es disminuir notablemente la energía que utilizamos, pues aumentar la eficiencia de nuestros edificios, vehículos y fábricas puede reducir a la mitad su uso total. Si ahorramos esa energía, será posible satisfacer todas nuestras necesidades de fuentes renovables, siempre que se priorice la integración de esas tecnologías en la economía y se eliminen los 700 mil millones de dólares de subvenciones que nos mantienen atados al petróleo y al carbón.»
Autor: Jim Leape, Director General WWF Internacional
Fuente: WWF